Hace ocho años que se legalizó la marihuana en Colorado y Washington, y fue en 2015 que se aprobó su uso recreativo en Oregon, de donde viene Ellen. Ellen Freeman es la editora adjunta (deputy editor) de Broccoli Mag, una revista creada por mujeres para mujeres que aman la cannabis. Fue gracias a su trabajo que empezó a adentrarse en el mundo de esta planta, pues antes de que se legalizara en su ciudad natal, Ellen vivía en Japón.

En Japón la cosa es muy distinta, pues la marihuana sigue siendo muy estigmatizada debido a la prohibición. Y antes de ir allá Ellen había fumado con amigxs durante la universidad, pero realmente no se había adentrado en el mundo cannábico. Después volvió a Portland, donde Anja Charbonneau comenzó Broccoli y la invitó a colaborar junto con Stephanie Madewell, Zoe Sigman, Lauren Yokisho, Mennlay Golokeh Aggrey, Lauren Tussey, Jennifer James Wright y Jessica Gray. Poco después vino a vivir a CDMX. Dice que la Ciudad de México le recuerda al ambiente que existía justo antes de la legalización en Oregon: comenzaban distintos proyectos emergentes de marihuana medicinal y, bajo el agua, de THC. Ya se preparaban para el momento en que pasara la legislación. Lxs cannábicos salían del closet, y los padres y madres comenzaban a abrirse a la idea de que sus hijxs consumieran cannabis regularmente. En general la gente comenzaba, poco a poco, a eliminar la imagen de Snoop Dog cuando pensaban en marihuana.
Ellen cuenta que nunca va a olvidar un día que abrieron una tienda hermosa, parecida a un museo, cerca de su casa en Portland. Cuando entró, se dio cuenta que era un dispensario. Jamás había imaginado algo así: “Siempre tenemos esta idea de que ir a comprar marihuana es algo shady, algo que se tiene que hacer a escondidas y normalmente en lugares nada bonitos, donde nadie te ve. De hecho yo nunca compraba marihuana por esto”. Y en cambio otro día, volvió con su papá para comprar un poco de THC que ayudara a su dolor de espalda, y uno que otro porrito. “Fue una experiencia muy bonita ir con mi papá ahí,” dice Ellen con una sonrisa. Desde que se legalizó el uso de la cannabis en aquella pequeña ciudad de los EU, las personas empezaron a informarse más, a conocer los distintos usos y beneficios de la planta, así como a conocer las dosis que necesitaban. “Antes también era complicado saber cuánto estabas ingiriendo. Por ejemplo con los brownies, nunca sabías bien cuánto THC tenían y a dónde te iban a mandar. En cambio ahora sabes que si te comes una gomita que compras en un dispensario, vas a poder hacer tu día normal, relajarte, y sin miedo a llegar a un lugar que tal vez no quieres”.

Al comenzar a escribir y editar en Broccoli, Ellen Freeman fue conociendo la industria, pero no de una manera empresarial, sino buscando proyectos que realmente le tienen amor a la planta y quieren compartir esto al mundo. No extraño, la mayoría de estos proyectos son fundados por mujeres. Mujeres que buscan hacer de todo algo más horizontal, que quieren crear un mundo más inclusivo, donde el poder no sea confundido con ser más que lxs demás. “Hace un tiempo entrevistamos a Winona Laduke, una ambientalista, economista y escritora estadounidense que tiene una granja de hemp que busca otorgar más trabajo a comunidades indígenas haciendo ropa de cáñamo, semillas y medicina. Es increíble esta chica,” cuenta.

Otra chica que apareció en Broccoli fue Charlotte Palermino. Esta mujer es una obsesionada con el bálsamo de CBD y lleva años haciendo pruebas para lograr la formula perfecta ya que la mayoría de las que se venden en el mercado no tienen la cantidad que menciona su etiqueta y no funcionan correctamente. También está Ev’Yan Whitney, una doula que ayuda a las mujeres, y a personas que se identifican como tales, a liberarse sexualmente y habla sobre cómo la cannabis la ayudo a crear una conexión nueva con el placer.
Ellen comenta que también ha visto proyectos maravillosos hechos por mujeres en México. Uno de los que están emergiendo, por ejemplo es el de Xula CBD. Estas chicas están haciendo tinturas y aceites para ayudar con el insomnio, cólicos y equilibrio hormonal. Otro proyecto que en verdad vale la pena ver, y que además tenemos en Thulio es el de Divinorum Herbal. Las chicas de Divinorum combinan los saberes de la medicina tradicional y la herbolaria con los avances más recientes de la ciencia y la medicina para elaborar productos terapéuticos, cosméticos y nutracéuticos funcionales, amigables con el cuerpo y el medio ambiente.

Como pueden leer también en nuestro artículo sobre Mujeres Cannábicas, las chicas hemos estado dentro de la industria del cannabis desde siempre “Por suerte es cada vez menos ‘raro’ hablar de chicas que fuman o crean productos derivados de la cannabis. También, después de adentrarme en este mundo, me doy cuenta de la cantidad de proyectos increíbles que existen allá afuera; de cómo nos estamos abriendo a otro sistema de trabajo gracias a esta planta, y de que realmente hay mujeres luchando para que se utilice de la mejor manera y sea una industria para todxs,” dice Ellen.
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