El presidente Biden promulgó una ley que facilitará los trámites para realizar investigaciones con cannabis así como realizar productos derivados del cannabis que se usarán para pruebas científicas a todos los interesados, sean públicos o privados. Esto mientras las propuestas de regulación en EUA aún está en el aire.
La semana pasada (2 de diciembre), Joe Biden se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en firmar una ley relacionada a la cannabis, al promulgar la Ley de Expansión de la Investigación de Marihuana Medicinal y Cannabidiol.
Esta ley contó con apoyo total de ambas cámaras legislativas y permitirá a laboratorios públicos, universidades que reciban fondos federales y farmacéuticas obtener un permiso de la Administración de Control de Drogas (DEA) para cultivar y usar cannabis para investigaciones científicas con la orientación del Departamento de de Salud y Recursos Humanos (HHS) y la Administración de Drogas y Comida (FDA)
Según la Casa Blanca la nueva ley “establece un nuevo proceso de registro para realizar investigaciones sobre marihuana y para fabricar productos de marihuana con fines de investigación y desarrollo de fármacos”. Sumado a agilizar los trámites para obtener un permiso para investigar con cannabis, el gobierno federal tiene que garantizar un suministro adecuado e ininterrumpido de marihuana disponible para los científicos para los estudios sobre la marihuana medicinal.
Para Ziva Cooper, directora del Centro de Cannabis y Cannabinoides de la Universidad de California (UC), Los Ángeles, “el proyecto de ley es un importante paso adelante con respecto a eliminar las barreras para la investigación. Los científicos están ansiosos por estudiar el cannabis y sus derivados como tratamientos potenciales para el cáncer, el dolor crónico , el trastorno de estrés postraumático y otras afecciones”.
Por otra parte, Larry Walker (farmacólogo de la Universidad de Mississippi y uno de los pocos cultivadores registrados por el Gobierno Estadounidense para cultivar cannabis), entrevistado por Science, destaca el límite de 60 días que la propia ley impone a la DEA para responder las solicitudes de los investigadores. Siendo un máximo de 30 días más si hay información nueva que los solicitantes agregaron.
Además, el Departamento de Salud y Recursos Humanos tendrá que investigar sobre el potencial uso terapéutico de la marihuana, así como sus efectos en el cerebro de los adolescentes y en la habilidad para conducir. También permite que los doctores informen sobre los riesgos y beneficios de consumir cannabis.
Desde 1968 hasta 2021, la DEA solo le había dado permiso a la Universidad de Mississippi de realizar investigaciones científicas con la yerba amiga. Actualmente siete instituciones pueden cultivar y llevar a cabo pruebas médicas con marihuana.
Recordemos que en octubre pasado Jode Biden firmó la liberación de presos federales por delitos no violentos relacionados con la cannabis, que si bien fue una medida para traer justicia social, algunos activistas cuestionaron esta acción como un acto político que se queda corto, ya que aún hay detenidos locales cumpliendo condenas relacionadas con la yerba amiga. Mientras diferentes agentes de la cadena de producción de la marihuana en EUA esperan una propuesta para regular el uso adulto-
Con información de MJ Blitz y Science

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